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El proceso de solicitud de beneficios por discapacidad del Seguro Social (SSD) puede resultar abrumador y confuso, especialmente con los complejos criterios establecidos por la Administración del Seguro Social (SSA). Sin embargo, conocer qué factores pueden mejorar significativamente sus posibilidades de aprobación puede permitirle tomar el control de su solicitud y avanzar con confianza. El proceso de aprobación implica más que simplemente tener una condición médica diagnosticada; requiere proporcionar evidencia clara de que su condición realmente limita su capacidad para trabajar. Al comprender y abordar los elementos clave que busca la SSA, puede mejorar su caso y aumentar sus probabilidades de recibir los beneficios que merece.
A continuación se presentan seis señales que pueden aumentar sustancialmente sus posibilidades de calificar para recibir beneficios por discapacidad:
Si recibe tratamiento de un especialista de manera constante, este es uno de los indicadores más sólidos de aprobación. La Administración del Seguro Social (SSA) otorga gran importancia a la documentación médica completa. Las visitas periódicas a un especialista no solo demuestran que está controlando activamente su enfermedad, sino que también proporcionan registros coherentes y detallados de cómo su enfermedad afecta su capacidad para trabajar. Por ejemplo, si sufre una enfermedad degenerativa como el párkinson o la esclerosis múltiple, las visitas frecuentes a un neurólogo demuestran la gravedad de su enfermedad y su naturaleza progresiva.
Las notas de los especialistas pueden proporcionar a la SSA la evidencia médica detallada que necesita para comprender las limitaciones que su condición impone en su vida diaria, mejorando sus posibilidades de recibir beneficios.
Las hospitalizaciones debidas a su condición, ya sea física o mental, muestran la gravedad de su discapacidad. Por ejemplo, si ha tenido frecuentes hospitalizaciones debido a una enfermedad cardíaca, EPOC o una crisis de salud mental, la SSA lo considera un fuerte indicador de que su condición le impide trabajar. Las visitas a la sala de emergencias y los tratamientos hospitalarios demuestran la gravedad de sus problemas médicos, y es probable que su reclamo se considere más favorablemente si estos eventos están bien documentados.
Cuanto mayor sea su edad, mayores serán sus posibilidades de que le aprueben su solicitud. La SSA reconoce que las personas mayores tienen más dificultades para hacer la transición a nuevas carreras, especialmente si han trabajado en empleos físicamente exigentes. Por ejemplo, si tiene más de 50 años y ha trabajado en la construcción, la minería u otro campo que requiera mucha mano de obra, la SSA entiende que su capacidad para volver a capacitarse para un trabajo sedentario es limitada, lo que hace que su solicitud sea más convincente. Si tiene más de 60 años, sus posibilidades de que le aprueben su solicitud aumentan aún más debido a la reducción de las perspectivas laborales y a la mayor dificultad para volver a capacitarse.
Si su trabajo requería mucho esfuerzo físico y su condición le impide continuar con ese trabajo, tiene un caso sólido para solicitar una discapacidad. La SSA evalúa su "capacidad funcional residual" (RFC), que evalúa su capacidad para realizar tareas físicas como levantar objetos, estar de pie o caminar. Si ya no puede cumplir con las exigencias físicas de su trabajo anterior y su edad o educación le impiden cambiar a un trabajo que requiera menos trabajo, su solicitud será más convincente. Por ejemplo, si trabajó en un almacén y ahora sufre de dolor de espalda crónico, su RFC reflejará su incapacidad para regresar a su ocupación anterior.
La SSA mantiene un "Libro Azul" que enumera las afecciones que califican automáticamente para recibir beneficios por discapacidad si se cumplen criterios específicos. Si su afección aparece en este libro, como ciertos tipos de cáncer, ELA o insuficiencia cardíaca crónica, mejora en gran medida sus posibilidades de aprobación. Incluso si su afección no está en la lista, tener documentación médica que demuestre que su afección es equivalente en gravedad a una de las discapacidades enumeradas puede fortalecer su caso.
Si no tiene un título avanzado o habilidades especializadas que lo ayuden a desempeñar un trabajo que le exija menos esfuerzo físico, sus posibilidades de recibir beneficios por discapacidad aumentan. La SSA considera cómo su educación y habilidades podrían permitirle realizar otro trabajo. Por ejemplo, si tiene un diploma de escuela secundaria y no tiene certificaciones ni capacitación adicionales, puede resultarle más difícil encontrar empleo en un trabajo que le exija menos esfuerzo físico, lo que fortalece su reclamo por discapacidad.
El proceso de aprobación de la Seguridad Social por Incapacidad puede ser complejo, pero con la orientación adecuada, puede mejorar significativamente sus posibilidades de éxito. En Hogan Smith SSD, nos especializamos en ayudar a las personas a navegar por el proceso de SSD, asegurándonos de que tengan el caso más sólido posible. Comuníquese con nosotros hoy para obtener la asistencia experta que necesita para asegurar sus beneficios por incapacidad.
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